viernes, 29 de marzo de 2024 07:03h.

violencia género

Enero termina con siete mujeres asesinadas víctimas de la violencia de género

La última, una mujer asesinada en Barcelona a manos de su pareja
Carteles vistos en la manifestación del 15 de enero en Sevilla. Foto: MJ Romero
Carteles vistos en la manifestación del 15 de enero en Sevilla. Foto: MJ Romero

El primer mes del año se ha cerrado con siete mujeres asesinadas solo a manos de sus parejas o ex parejas, alcanzando la cifra registrada en el mismo periodo de 2019 y muy lejos de las dos mujeres que fueron asesinadas en enero en 2018, según los datos oficiales de la Delegación de Gobierno para la violencia de género. 

La última víctima asesinada de enero ha sido una mujer de 47 años que fue encontrada muerta en su vivienda en Sant Joan Despí (Barcelona) el pasado 28 de enero. El hombre fue detenido en el Aeropuerto de El Prat cuando trataba de huir.

Desde que se recogen cifras oficiales, el número de mujeres asesinadas por la violencia de género se eleva ya a 1.040, lo que supone un fracaso de las políticas actuales. 

De las siete mujeres asesinadas en enero de 2019, ninguna había presentado denuncia previa contra su asesino y cinco de ellas superaban los 40 años de edad. Además, cabe apuntar que seis de los siete agresores tenían nacionalidad española y seis de estas víctimas convivían con su asesino cuando ocurrieron los hechos. 

Según los datos del Gobierno, tres de estos hombres se suicidaron tras asesinar a su pareja y uno de ellos lo intentó sin llegar a consumar su propia muerte. 

Cataluña ha sido la comunidad española donde más asesinatos machistas se han producido con tres víctimas mortales, seguida por las dos mujeres asesinadas en Castilla-La Mancha. Andalucía y Galicia completan los territorios donde se han producido estos asesinatos, con uno cada uno. 

La elevada cifra de mujeres asesinadas en este primer mes del año hace patente la necesidad de un impulso a las medidas para combatir la violencia de género por parte de las administraciones públicas y un rechazo más severo contra los partidos políticos que niegan la existencia de una violencia que asesina a mujeres por el simple hecho de serlo.